LA SOLEDAD DEL PLACER DE LA SOLEDAD

¿Y qué descubrimiento rompió el
academicismo de Matisse y de los que
lo precedieron? ¿Marruecos, el intimismo
sensual revelado a Delacroix y a Loti?
¿La expresión pre-colombina suspendida,
máscara africana pintada, fondo del
grabado japonés o el desprendimiento de
quien tiene que lidiar con necesidades
esenciales?

¿Por qué Khan sintió la necesidad de buscar
a Barragán y éste a Le Corbusier, quien
a su vez estaba ávido del Nuevo Mundo,
como lo estaba el exhausto Dvorák?
A ellos la pregunta les parecía absurda.

Simplemente vivir, dando la espalda a la
ambigua palabra "modernidad", a condición
de habitar en el umbral de lo pasado.

Alvaro Siza.

- Iglesia de Santa María en Marco de Canaveces (MF 2009)

- Pila Bautismal (MF 2009)

- Pila (MF 2009) -

- Lugar (MF 2009) -

- Recuerdo / dientes de rata (Nadie 2009) -

Gatita vivía con sus padres. Adherída al sillon pasaba espesas horas estimulando pensamientos jocosos que siempre dejaba inconclusos. La vida en familia era algo de lo que no se quejaba; la alimentaban bien, dormía en una amplia cama cómoda y en una habitación espaciosa, y además, con su domingo, podía mantener el acelerado ritmo de reventón de sus amigas de la fac.

Los padres de Gatita gimoteaban de coraje cada que su hijita (la muy puta) azotabaa en el piso de la sala al regresar con la minifalda volteada de las rituales noches de pecado en los bares de Asunción.

El maricon de su hermano, (con su melenita larga y sus aires sosos de estrella de rock) respondía con una vaga indiferencia, malentendida como tolerancia, a la vida loca de la fresa de su hermana; Rulo estudiaba artes visuales y diariamente se administraba fulminantes dosis de marihuana en busca de la perfecta inspiración para poder dar inicio a su siempre pendiente obra maestra (una mezcla entre pinto escultura que expresara las depresiones que sentía cuando se peleaba con su novia).

Gatita y Rulo habían sido los últimos de una larga lista de 14 hermanos. El resto de los 12 Ruibarbarena Camacho-Corcuera del Hoyo (Onky, Luna, Carlos, Pepo, Licha, Obo, Pedro, Cora, Anka, Gina, Evo y Tomás) habían muerto por descuidos de la madre sin haber llegado, ninguno, a los 5 años. La madre Ruibarbarena contaba unos chistes buenísimos, su pasatiempo favorito eran sus religiosas clases de danzón a las que había acudido con sobrevaluado compromiso desde hacía 58 años.

Los Ruibarbarena Camacho-Corcuera del Hoyo eran una familia feliz. La calma chicha, alterada de vez en cuando por alguna ocurrencia profunda de Sofía, la novia de Rulo, reinaba serena en la casa. Hubo una luz que siempre acompañó a Sofía en las reuniones familiares y fue lo que le permitió sobrevivir el día que el padre de rulo consumió cocaína en la oficina e intentó matarla;

La colección de libros de Picasso y la salvaje forma de mover las caderas de su esposa, nutrian a diario y desde hacía 52 años, los cansados ojos de Gastón, el mayor y mandamás de la familia.

La historia de esta familia da hueva, y era tan aburrida su existencia como lo fué su inexistente final. La familia Ruibarbarena Camacho-Corcuera del Hoyo era un invento de Julián, reo del penal de Santa Marta Acatitla, preso por robo a mano armada, que pasaba su tiempo libre escribiendo en un cuaderno.

Julian había robado el bolso a una señora rubia que salía del supermercado para poder comprar un boleto para el concierto de los Rolling Stones. Julian escuchaba cada noche antes de dormir Angie y se decia así mismo que nunca hay que olvidar que una rosa es una rosa es una rosa es una rosa...